viernes, 4 de junio de 2010

Agotado el paro como método de lucha: mentores.


Integrantes de la Dirección Colectiva Regional Democrática del magisterio michoacano señalaron este viernes en visitas a las sedes de los medios de comunicación de esta región que el paro de labores como método de lucha se encuentra agotado.
“El paro de labores es algo que en su momento, cuando iniciamos el movimiento en 1988-89, fue una actividad que, por ley, tenemos nosotros para manifestarnos en nuestras acciones de lucha; hoy, esas tácticas tienen que ser rebasadas y superadas” señaló Juan Bautista Calvario durante la visita al noticiero vespertino de Canal 5 en el municipio de Sahuayo.
Destacó que el magisterio debe reivindicar la imagen que tiene el maestro dentro de la comunidad lo que puede ser logrado sólo mediante el trabajo; las anteriores declaraciones se dan en el marco de las diferencias de opinión dadas en esta región ante el paro de labores convocado por Jorge Cázares, líder en la entidad de la Sección XVIII de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.
No evadió la responsabilidad de las tres vertientes sindicales existentes en la entidad en el conflicto existente por lo que argumentó que lo ideal es que cada una de las partes asuma su responsabilidad para abatir el rezago existente.
Es de destacar que mentores de esta región alineados a la fracción de Jorge Cázares sostuvieron este viernes una reunión informativa en el municipio de Régules para informar sobre las causa de esta suspensión de labores; en ese tema y en entrevista por separado, el director de la Unidad Regional de Educación Popular de la Secretaría de Educación del Estado Carlos Fonseca Piñón estableció que de acuerdo a lo informado por los supervisores y jefes de zona entre un 16 y un 20 por ciento de los planteles escolares de esta región se encontraban en paro de labores.
Norma Dueñas, coordinadora en la región Ciénaga de la sección 18 de la fracción del líder en Michoacán del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación Sarbelio Molina fue lapidaria al señalar que debido a los conflictos intersindicales y los paros de labores la imagen del maestro ha descendido en la escala social: “qué pena que por muchos paguemos pocos”.

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