Ante las complicaciones que se tiene para el traslado de personas con capacidades diferentes para transitar en edificios públicos, familiares de menores con deficiencias motrices están solicitando la concientización de los tres niveles de gobierno y de la sociedad en general para hacer de los edificios públicos lugares accesibles.
De manera concreta Filiberto Ábrica Serpa, padre de un menor con capacidades de movilidad limitadas lamentó la carencia de una verdadera cultura de aceptación y de integración para estas personas ya que, señaló, en toda la Ciénega de Chapala no existe un solo edificio público con rampas de acceso o elevadores que permitan cierta independencia de movilidad a personas discapacitadas.
“En todos los edificios, mayormente los de las presidencias municipales no tienen accesos para sillas de ruedas lo que tendría que ser una prioridad no sólo para los que son discapacitados sino también para personas de la tercera edad”.
Señaló que esta carencia tanto de infraestructura como de cultura se da de manera generalizada ya que incluso los parques y los jardines de municipios como Jiquilpan carecen de rampas adecuadas ya que las existentes no permiten que una persona en silla de ruedas pueda desplazarse por su cuenta.
A lo anterior, dijo, se suma el hecho de la nula cultura de respeto a este sector poblacional ya que los sitios exclusivos de estacionamiento la mayoría de las veces son ocupados por personas en perfecto estado físico y aún funcionarios de la alcaldía jiquilpense.
En recorrido realizado se pudo constatar que ninguno de los edificios públicos de Jiquilpan, del orden estatal y municipal cuenta con las adecuaciones necesarias para que las personas, ya de la tercera edad o con capacidades físicas diferentes puedan acceder a ellos sin riesgo de sufrir un accidente.
De manera concreta Filiberto Ábrica Serpa, padre de un menor con capacidades de movilidad limitadas lamentó la carencia de una verdadera cultura de aceptación y de integración para estas personas ya que, señaló, en toda la Ciénega de Chapala no existe un solo edificio público con rampas de acceso o elevadores que permitan cierta independencia de movilidad a personas discapacitadas.
“En todos los edificios, mayormente los de las presidencias municipales no tienen accesos para sillas de ruedas lo que tendría que ser una prioridad no sólo para los que son discapacitados sino también para personas de la tercera edad”.
Señaló que esta carencia tanto de infraestructura como de cultura se da de manera generalizada ya que incluso los parques y los jardines de municipios como Jiquilpan carecen de rampas adecuadas ya que las existentes no permiten que una persona en silla de ruedas pueda desplazarse por su cuenta.
A lo anterior, dijo, se suma el hecho de la nula cultura de respeto a este sector poblacional ya que los sitios exclusivos de estacionamiento la mayoría de las veces son ocupados por personas en perfecto estado físico y aún funcionarios de la alcaldía jiquilpense.
En recorrido realizado se pudo constatar que ninguno de los edificios públicos de Jiquilpan, del orden estatal y municipal cuenta con las adecuaciones necesarias para que las personas, ya de la tercera edad o con capacidades físicas diferentes puedan acceder a ellos sin riesgo de sufrir un accidente.
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